Retos y oportunidades de la transformación Digital para la Mujer de América Latina, Post Covid-1

Foto por CIDH

La pandemia del coronavirus (Covid-19) ha provocado una inestabilidad sin precedente en las economías de América Latina, afectando casi todos los sectores de la economía y desorganizando las estructuras económicas y sociales tal como las conocíamos.

En este contexto, la mujer latina ha estado viviendo nuevos retos, tantos laborales como personales, para adaptarse a un nuevo contexto que viene afectando aún más los desafíos estructurales a los que ya se enfrentaban mucho antes de la crisis actual:

  • “Inestabilidad laboral e informalidad del trabajo: “De acuerdo con cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 126 millones de mujeres trabajan de manera informal en América Latina y el Caribe. Esto equivale aproximadamente a la mitad de la población femenina de la región, traduciéndose en inestabilidad laboral, bajos ingresos y falta de mecanismos de protección” advierte Ana Güezmes representante de ONU Mujeres Colombia.”
  • Bajos ingresos: la crisis originó reducción de ingresos en trabajos informales, reducción de personal en varios sectores y cambios en los hábitos laborales dentro de las instituciones.
  • Mayor responsabilidad doméstica en el hogar debido a la saturación de sistemas sanitarios y al cierre de las escuelas, las tareas de cuidados recaen mayoritariamente en las mujeres, quienes, por lo general, tienen la responsabilidad de atender a familiares enfermos, personas mayores y a niños y niñas en el hogar.
  • Violencia doméstica: el confinamiento y circunstancias de emergencia por la pandemia aumentan los riesgos de violencia contra las mujeres y las niñas, especialmente violencia doméstica, ya que aumentan las tensiones en el hogar y puede también aumentar el aislamiento de las mujeres.Las personas sobrevivientes de violencia pueden enfrentar obstáculos adicionales para huir de situaciones violentas o para acceder a órdenes de protección y/o servicios esenciales que pueden salvar vidas, debido a factores como las restricciones de la circulación o la cuarentena.
  • La seguridad alimentaria de mujeres y niñas: puede verse afectada por las dificultades de acceso de alimentos nutritivos y seguros debido a los cierres de servicios de alimentación en escuelas y comunidades, escasez de alimentos y por las restricciones de circulación. Esta situación puede incrementar también mecanismos de afrontamiento negativo a la crisis como la explotación sexual con fines comerciales.

Por estas razones, la ONU ha desarrollado recomendaciones específicas para la incorporación de la mujer en respuesta a la crisis del Covid-19 en América Latina y el Caribe:

  • Impulsar medidas de política que permitan reconocer, reducir y redistribuir la sobrecarga de trabajo no remunerado que se produce al interior de los hogares.
  • Promover estrategias específicas de empoderamiento y recuperación económica de las mujeres, considerando programas de transferencias monetarias, para mitigar el impacto del brote y sus medidas de contención, incluido el apoyo para que se recuperen y puedan desarrollar resiliencia para futuras crisis.
  • Asegurar la continuidad de servicios esenciales para responder a la violencia contra las mujeres y niñas, desarrollar nuevas modalidades de brindar servicios en el contexto actual y aumentar el apoyo a organizaciones especializadas de mujeres para brindar servicios de apoyo a nivel local y territorial. 
  • Tener en cuenta las necesidades diferentes de las mujeres y los hombres en los esfuerzos de recuperación a mediano y largo plazo. Desarrollar estrategias centradas en las mujeres, para fomentar resiliencia e impulsar mecanismos para la generación de ingresos y medios de vida sostenible, reconociendo el mayor impacto generado en los diferentes grupos de mujeres. 
  • Desarrollar un modelo social basado en la igualdad de género que vaya de la mano, hoy por hoy, de la necesidad de hacer esfuerzos concretos por extender el acceso y uso de las TIC a las mujeres, como estrategia de democratización de la información, de la comunicación y de la participación de las mujeres en la generación de conocimiento.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) remarca que en los últimos 30 años “se alcanzaron logros importantes en términos de adopción de legislación y de políticas públicas para el avance en los derechos de las mujeres y la igualdad de género. Se crearon mecanismos para el adelanto de las mujeres y se han establecido procesos relevantes de transversalización del enfoque de género en el Estado, así como se han implementado sistemas de información y seguimiento”, aunque ya se han tenido avances durante estos años, a partir de la pandemia la aceleración sobre la adaptación de las TIC enfocada a las mujeres tiene que ser mayor por las repercusiones que se está teniendo en este contexto y los problemas ya mencionados que giran alrededor de las mujeres en esta época.

Con la crisis provocada por la pandemia del Covid-19, los países de América Latina y el Caribe, se vieron forzados a acelerar sus procesos de transformación digital, empezando por la realización del trabajo remoto mediante la utilización de plataformas de comunicación, automatización de procesos e incluso la apertura e iniciación de nuevos negocios mientras se intensificaban las medidas de protección de la salud en los hogares en un contexto de reducción de la actividad económica que está afectando en primera instancia a las trabajadoras informales. 

En este caso hay un panorama de oportunidades para las mujeres donde las tecnologías impulsan el acceso de una forma más ágil a las áreas relacionadas con la seguridad, la salud y mejora de la calidad de vida a través de aplicaciones digitales e información en Internet que ofrecen apoyos para su seguridad y salud así como facilidades para encontrar trabajos desde lugares remotos. 

Si hablamos de emprendimiento, las instituciones financieras, tanto las instituciones de microfinanzas como la banca comercial, a través de créditos están ayudando en la parte de vivienda y financiamiento para micro-negocios y Pymes regidos por mujeres, en zonas rurales y marginadas llevando la infraestructura digital financiera a través de herramientas de comunicación más utilizadas como los teléfonos móviles y smartphones para dar más facilidades de acceso a las emprendedoras de estas zonas que cada vez son más las que llevan el sustento económico a casas y algunas apoyadas por sus parejas. 

En algunos países de América Latina hay programas de gobierno que impulsan el uso de las tecnologías de la información y comunicación para las mujeres, enfocados en diferentes ámbitos, desde prevenir la violencia de género hasta el impulso en la involucración dentro de los sectores de tecnología y telecomunicaciones como parte de la promoción de formación para generar mujeres líderes en sociedades de información y conocimiento como matemática, ciencia, tecnología e ingeniería. Algunos de ellos son:

  • Aplicación móvil para prevenir violencia de Género en Ecuador, a través de un menú desplegable brinda opciones para marcar al 911, mandar mensaje auto-configurados de ayuda y emergencia, así como un test para saber si están siendo víctimas de violencia de género.
  • En Honduras están trabajando en la inclusión de niñas en las TIC en un evento que se realiza cada año desde 2017 con ayuda de La Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) y la organización Epic Queen llamado Code Party para impulsar a las niñas entre 6 y 11 años y adolescentes desde 12 y 16 años a utilizar las TIC a su favor para lograr sus objetivos y metas.
  • En México se le apuesta a la capacitación de mujeres en áreas de tecnología y telecomunicaciones cómo la ciencias matemáticas e ingeniería para promover mujeres líderes en estos sectores.
  • Perú promueve la oportunidad de empleo para mujeres de poblaciones vulnerables a través de las TIC siendo como uno de los objetivos que el sector privado pueda acercarse de manera más efectiva a la sociedad con opciones de trabajo y progreso.
  • En República Dominicana capacitan a las mujeres en programación web y móvil.

Todos estos son programas que se están ejecutando en los países de Latinoamérica con el objetivo de potencializar la participación de las mujeres en las TIC, mejorar su calidad de vida y aumentar las oportunidades de desarrollo para ellas. 

Haciendo a la digitalización parte muy importante de esta transformación que, sabiendo acceder a ella, las mujeres pueden tomarla como una herramienta que impulsa a la solución para acotar la brecha de género, mejorar la calidad de vida en estos tiempos de pandemia y utilizarlo como oportunidad para innovar en los negocios, estar informadas, liderar y formarse a través de los sistemas de enseñanza virtual impulsando el empoderamiento de la mujer y emprendiendo con las facilidades e innovación.

Ana Marcela Fregoso Gutiérrez, Consultora, Amarante Latinoamérica y el Caribe

Visita el artículo original en:

Revista Externa COSEDE Nº 19

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